Las casas que arden
Con la precisión que caracteriza a la mejor narrativa breve y apoyándose en unas premisas llenas de audacia, estas siete historias resultan fantásticas en la doble acepción del término y tan incendiarias como sugiere su título. Al mismo tiempo, son estudios de personaje narrados desde una profunda honestidad y con el convencimiento de que para obtener algo luminoso hay que pagar un alto coste a la oscuridad. Los protagonistas que desfilan a lo largo de sus páginas han de aprender a negociar con sus contradicciones y temores más arraigados mientras esperan una revelación que no será agradable, pero que los transformará radicalmente. Porque se puede sobrevivir a una casa que arde, pero nunca salir indemne.
J.A. Bayona