Obras Rotas
En este recorrido se puede notar mucho más que el desarrollo de una manera activa de entender la dramaturgia. Cada una de estas obras es, de manera a veces enigmática, a veces más directa, un acto de fe. Pablo habita el teatro, lo indaga como pocos, vacila, afirma, fricciona sus límites de manera insolente, tensa el lenguaje y las historias, extraña las formas. Cree de manera fervorosa en aquello que se escribe y también en su trascendencia, apuesta a ese momento sublime y fugaz que devora la escena en cada función. Quienes pudimos ver espectáculos de Pablo sentimos el vértigo de asistir a un acontecimiento inquietante. Alguien está pensando el teatro en su totalidad. Al leer estas obras nos sentimos privilegiados de ser parte de la experiencia Messiez, una escritura que da cuenta del estallido.
Santiago Loza